ZP, ese hombre

A la improvisación de un Gobierno que no sirve más que para ir taponando vías de agua a medida que el dique se rompe, hay que añadir el ridículo de sus propias contradicciones.

Lejos quedan los tiempos del “No a la OTAN” –para meternos de cabeza en ella a continuación– pero poco han cambiado y siguen dando vaivenes que a pesar de su importancia no tienen repercusión alguna en la opinión pública.

Zetapé dijo que ni un día más nuestros soldados en la guerra de Irak y los sacó de allí para enviarlos a Afghanistán, cuna de Al-Qaeda y el fanatismo islámico más extremista. Los que no querían españoles en la guerra metieron la cabeza entre los hombros y callaron a pesar del ridículo hecho por nuestro Gobierno.

La ministra de Cultura anunció una rebaja del IVA en los productos musicales desde un 16% a un 4% y en la escrita a un "simbólico" 1%.- Pero más tarde tuvieron que rectificar y dar marcha atrás porque lo dicho por la ministra era solamente "la expresión de un deseo para que se pueda regular esto, porque es verdad que existe una legislación europea que no lo permite" ya que esa competencia es de Bruselas y no española.

Ridículo también el del portavoz socialista Diego López Garrido, después de aquel anuncio veraniego del "empobrecimiento inexorable" de España a causa de la política económica de Aznar que, por cierto, ha generado la mayor época de prosperidad de los últimos siglos y de cuyas rentas todavía malgastan los socialistas.

El ministro de Exteriores Moratinos, después de sus gravísimas e irresponsables acusaciones al ex-presidente Aznar sobre su supuesto apoyo al golpe de estado de Venezuela, pasó por el humillante y bochornoso trago de tener que retractarse aceptando que fue un exceso verbal, ante las críticas de los profesionales de la diplomacia.

El más espantoso de los ridículos hizo también el CIS –Centro de Investigaciones Sociológicas– dependiente de la Presidencia del Gobierno, cuando en las pasadas elecciones europeas predijo una participación superior en 30 puntos a la que realmente hubo.

Bochornoso ridículo de la ministra de Agricultura ante los técnicos comunitarios al aceptar como un gran triunfo ayudas por 20 millones de euros cuando el anterior ministro de Agricultura del PP, Sr. Arias Cañete, ya tenía pactados 70 millones de euros complementarios para los olivareros, dando lugar a que el comisario de Agricultura, Franz Fischler, presumiera entre risas y ante la Comisión de que se había ahorrado 58 millones de euros gracias a la ministra.

Tampoco se libró del ridículo la ministra de la Vivienda, que alardeó de que iba a construir 180.000 viviendas y que tuvo que retractarse porque era imposible realizarlas, saliendo con que se trataba de “soluciones habitacionales”, es decir, cuestiones diversas como subvenciones para rehabilitación, reformas y demás problemática relacionada con la vivienda pero que nada tienen que ver con la puesta en servicio de nuevas viviendas.

Nueva ridiculez de la ministra que anunció la gran solución nunca vista. Nunca vista en países prósperos y propias de lugares como Cuba y otros en plena crisis. Dijo que el ministerio va a construir viviendas protegidas de 25-30 metros cuadrados. Lo gracioso es que el tema nos lo presentó como una “solución” y encima diciendo que era “imaginativa”. Naturalmente, tales madrigueras fueron descartadas.

Bastante ridícula la vicepresidenta del Gobierno cuando negó que los inmigrantes «”sean colocados en avión para llevarlos a la península”» diciendo que los inmigrantes trasladados desde Canarias a la Península estaban “en escala de repatriación” cuando en realidad se les abandonaba a su suerte en los aeropuertos, tal como se demostró.

Ridículo el del ministro de Defensa que después de haberse cebado en el anterior ministro Trillo por el accidente del Yak-42, también se ve obligado a alquilar aviones por no disponer de ellos nuestras Fuerzas Armadas, con el agravante de que tiene contratados aviones ILYUSHIN 76 con una antigüedad dos años mayor que el tristemente famoso Yakolev 42 y un considerable historial de accidentes. para el transporte a Afganistán, entre otros destinos.

El presidente Rodríguez, que tiene olvidado el prólogo que escribió en el libro “TENDER PUENTES - PSOE y Mundo Cristiano”, donde afirmaba que «”la laicidad no puede convertirse en el argumento para un dogmatismo antirreligioso. La defensa del pluralismo y de la democracia no puede hacerse sobre la indiferencia o el rechazo a la religión.”»

Añadía que «”Han de apoyarse aquellas formas religiosas que contribuyen a un desarrollo de la ciudadanía democrática y de una sociedad justa. Por el contrario, deben combatirse aquellas formas fundamentalistas que atenten contra la libertad de la persona y la tolerancia que debe caracterizar la vida democrática. La relevancia pública del cristianismo, para los socialistas, radica en su capacidad para inculcar en la conciencia humana valores comunes que también han constituido, desde hace siglos, el objetivo de la lucha social de la izquierda.”»

Tales manifestaciones contradicen hasta el ridículo la actual campaña anticonfesional y de hostigamiento a la religión católica y las facilidades otorgadas al islam, a quien financia y abre todas las puertas.

Y para el final, la madre de todos los ridículos, Zetapé desvincula de la guerra de Irak los atentados islámicos, a pesar de que ha sido la palanca para descabalgar a Aznar y su comodín para legitimar los votos que a través de la manipulación le dieron el poder. Aunque ésta última contradicción tiene su explicación. Blair necesitaba que Zetapé desvinculara el atentado de Londres de la guerra de Irak y Zetapé necesitaba que Blair apoyara su plagiada alianza de civilizaciones, así que el viaje del presidente Rodriguez no tenía otro objeto que ese, incluida la foto con el más importante gobernante de cuantos le han recibido.

Después de haber venido manteniendo lo contrario, finalmente ante Blair ha debido plegarse a la verdad. IRAK NO TIENE NADA QUE VER CON LOS ATENTADOS.

El presidente por accidente es también el ridículo presidente de un Gobierno ridículo.