01 agosto 2005
ZP el enemigo de la sociedad
Algunos, con la mente adormecida no se sabe por qué extraño conjuro, todavía no reconocen que ZP es el mayor enemigo que nuestro país ha sufrido desde la noche de los tiempos.
La familia tradicional, cimiento y fundamento de la civilización occidental, está siendo atacada desde diversos frentes para ser suplantada por otros conceptos de sociedad que la hacen mucho más débil y vulnerable al acoso de nuevos valores y costumbres.
El divorcio fácil y rápido a la primera de cambio, sin que ninguna de las partes esté dispuesta a sacrificar algo en favor de la reconciliación y supervivencia de la familia. Cada vez se prescinde más de un periodo de reflexión tan necesario para la reconsideración de una decisión de tanta trascendencia para los hijos.
Las parejas cada vez son menos duraderas, no ya por las facilidades para deshacerla, sino porque se inculcó una anestesia moral que permite a cualquiera, tanto hombre como mujer, tener tantas relaciones como apetezca al margen de su pareja, que pasa rápidamente a devaluarse por el efecto “comparación deslumbrante”.
El aborto sin complicaciones y los anticonceptivos fáciles, que permiten las relaciones sexuales y el cambio de pareja continuo desde edad muy temprana. Tal variedad y cantidad de relaciones predisponen a la falta de interés por un compromiso único a largo plazo.
Los separatismos regionales, permitidos y apoyados por los que están obligados a mantener la unidad nacional, quiebran y fraccionan todavía más a nuestra sociedad, ya bastante maltrecha e individualizada por todo lo anterior.
Si a ello añadimos la pérdida de valores tales como el respeto a los mayores o el desprecio a valores patrióticos y otros borrados de la educación y sentimientos colectivos, el retrato de nuestra sociedad está hecho.
Todo eso, fomentado y auspiciado desde las instituciones que deberían velar por aglutinar a la sociedad, nos ha llevado a ser el último país del mundo en índice de natalidad y que los inmigrantes terminen por ser necesarios para la supervivencia de España. O lo que quede de ella después de que se la hayan repartido.
De todo ello, ZP y los suyos son los responsables. Ellos son los mayores enemigos de nuestra sociedad.
Lo que quede de España será la nación más ridículamente progresista de Europa. Y también la más despreciada.