01 agosto 2005
ZP el agradecido
Zapatero, agradecido no se sabe a qué –aunque muchos lo sospechamos– ha condecorado al Comendador de los Creyentes, al Príncipe de la Libertad, al Bendito Patriarca Justiciero y al más fiel y devoto amigo, o sea, a Mohamed VI.
Zp le ha concedido el Collar de la Orden de Carlos III, además de otras condecoraciones a varios miembros de su familia y a algunos altos cargos de su Gobierno.
Son llamativas las condecoraciones al general Hosni Ben Slimane, el “patrón” de la Gendarmería, con un “currículum” represivo singular. Que se lo pregunten a los militantes de derechos humanos, a los presos saharauis y a muchos profesores, intelectuales y periodistas a quienes interrogó y encarceló.
Otra medalla a un “amigo” de España es la concedida al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Fassi Fihri, el más fanático y hostil funcionario marroquí durante la crisis de Perejil, promotor de campañas de prensa contra periodistas y diplomáticos españoles residentes en el reino cherifiano.
Pero la que más destaca entre todas es la Gran Cruz de Isabel la Católica que el Consejo de Ministro del 14 de enero acordó conceder "a la lealtad acrisolada" del general Hmidu Laanigri.
Desde noviembre de 2001, este malhumorado general es el jefe de la Dirección de Seguridad del Territorio de Marruecos (DST). O dicho de otro modo, es el máximo responsable del Servicio Secreto del país vecino. Y ya lo era cuando el 11 de julio de 2002 una docena de gendarmes marroquíes invadieron la isla de Perejil. Todo indica que Hmidu Laanigri estaba al tanto de esa agresión contra territorio español.
El jefe del espionaje marroquí, Laanigri, dejó en libertad a uno de los presuntos autores del 11-M y no colabora con la investigación española. Como premio, le conceden la Gran Cruz de Isabel La Católica, precisamente la reina que expulsó a los moriscos.
La medalla a Laanigri se dio con sordina, ya que su mano posiblemente estuvo tras el asesinato del disidente marroquí Hichan Mandari el pasado 3 de agosto, en Estepona y que el Ejecutivo español no investiga por "no ofender" a Marruecos.
Algunos miembros del Gobierno marroquí le describen como un general ambicioso con métodos de hierro. Él es también responsable de la detención y posterior puesta en libertad de Mohamed Haddad, reconocido por varios testigos como uno de los autores materiales de los atentados de Atocha el 11 de marzo, y al que últimamente se le ve pasear con total impunidad por las calles de Tetuán.
Muchos no entienden la medalla de Laanigri, cuando él es el máximo responsable de la falta de colaboración de los servicios secretos marroquíes para despejar algunas incógnitas sobre el fatídico atentado de Atocha.
Otros, sin embargo, entienden perfectamente que haya sido condecorado por ello.