01 agosto 2005
ZP y el agua
Ya comenté algo sobre ZP y el trasvase, pero detrás del negocio de las desaladoras está el negocio del agua, de mucha mayor trascendencia y del que no se habla. Sobre la importancia del negocio del agua, es obligado leer el interesante y sorprendente artículo de D. Ismael Medina en donde por primera vez alguien nos dice que «para algunos expertos financieros la inversión en "oro azul" es ya más rentable, pese a las apariencias, que en "oro negro" e incluso el "oro amarillo"»
Pero tampoco nadie nos había contado que las empresas francesas encabezan la privatización del agua y controlan el negocio a escala mundial y, entre ellas, Vivendi Water Systems, asociada con PRISA en muchos menesteres y que fue la autora de los informes con los que el PSOE ha derogado el Plan Hidrológico Nacional, además de ser proveedora de plantas desalinizadoras.
Vivendi Water se llama a si misma "el principal proveedor de agua privatizada y servicios y sistemas de tratamiento de líquidos cloacales en el mundo" y dice tener 110 millones de usuarios en más de 100 países en todo el mundo, como resultado de una agresiva campaña que la ha llevado a obtener contratos para suministrar y tratar el agua en todas partes, sin reparar en medios ni corruptelas.
Pero además, Vivendi, forma parte del Consejo Mundial de Agua (WWC-World Water Council), el cual, conjuntamente a instituciones internacionales como el Banco Mundial, han estado defendiendo la privatización del agua y fue precísamente el WWC quien propuso abiertamente la comercialización del agua a través de un oligopolio privado internacional. Este oligopolio global ya existe y esta constituido por Vivendi, junto con otras compañías privadas. Esto significa que el comité internacional que estudia el problema global del agua está al mismo tiempo parcialmente controlado por las compañías que eventualmente obtendrán ganancias de las soluciones que el comité propone, sin olvidar que el llamado "Departamento integrado de recursos de agua" propuesto por el WWC apoya fuertemente la teoría de "manipular el agua como cualquier otra mercancía, cuyo justo precio puede ser fijado solamente por el mercado."
Los críticos de la tesis de la privatización conceden que en el pasado, el control estatal sobre las fuentes de agua condujo a guerras. Pero por otro lado, según dicen los críticos, la privatización del agua también está relacionada a una feroz corrupción. Como prueba, ellos recuerdan la larga historia de connivencia entre las compañías francesas que operan el agua, y los principales partidos políticos de ese país.
Y, a estas alturas, sus redes ya han llegado a España a través del Gran Padrino Prisa y los gobernantes colaboracionistas que harán desaladoras, encarecerán el agua, convertirán nuestra agricultura en un artículo de lujo –en favor de Francia, que compite con nosotros también desde Marruecos– y terminarán multimillonarios con grandes extensiones de terreno en Venezuela, como anteriormente otros.
Gracias ZP, por tu desinteresada gestión.