01 agosto 2005
ZP y el gasto público
“Gastemos, que pagan otros”, esta es la consigna que parece circular en el “Gobierno” de ZP.
Los casi 249.000 millones de euros de inversión que contempla el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) anunciado por el presidente Rodríguez los pagarán otros durante los próximos 15 años. O sea, los próximos tres presidentes tendrán que buscar el dinero para atender los pagos que ahora comprometa ZP. Así cualquiera.
Es una típica maniobra de pícaro provinciano. Se apuntan el mérito, pagan otros y mientras tanto hay quien se hace rico. Lo mismo que han hecho algunos alcaldes, pero a lo bestia.
"El PEIT representa el mayor esfuerzo de dotación de infraestructuras realizado en España", dijo Zapatero, tras reconocer que las actuaciones requieren "un complejo y prolongado proceso de financiación".
Pues eso, sobre todo prolongado y eso es lo más interesante porque ellos ya no estarán aquí. Seguramente estarán cuidando de sus intereses en Venezuela, Marruecos o Cuba. Los problemas para atender la financiación del mayor plan de renovación de infraestructuras desarrollado en Europa en los últimos años los resolverán otros.
El plan original es obra del Gobierno Aznar, que dominaba el arte de la buena administración del Estado y las obras se hubieran llevado a cabo sin arruinar al erario público, pero ZP está empezando a darse cuenta de lo volátil que es el poder cuando uno hace lo que le mandan y no lo que promete y se ha lanzado a un gasto desenfrenado con tal de hacer méritos, convirtiendo el plan Aznar en una obra faraónica. Lógicamente puede hacerlo porque la financiación no le preocupa y que el Estado se arruine, todavía menos. No es cosa suya y los que vengan ya se las apañarán. ¿Y el Estado? Dios sabe lo que quedará del Estado en poco tiempo.
Y sobre todo, habrá dinero para todos. Habrá autopistas de pago que serán explotadas por algunos privilegiados, las grandes empresas constructoras pertenecientes a otros privilegiados harán las obras y crearán puestos de trabajo y, en el supuesto –cosa que no creo, ya que no hay motivos para la sospecha y nunca nos dieron razones para pensar algo así– de que haya comisiones bajo cuerda, los privilegiados que algunos maliciosos tienen ya en mente, se podrían repartir la bonita cifra de 7.400.000.000 –siete mil cuatrocientos millones de euros– si el porcentaje fuera el mismo que en otros tiempos del AVE. Pero no seamos mal pensados porque no hay motivos para ello. ¿Oigo risas? Bueno, tratándose de políticos socialistas es normal que la gente tenga dudas acordándose del AVE, de la Expo, de Filesa, de........
En fin, una agradable sorpresa para los españoles. Ya era hora de que ZP diera muestras de que su prioridad es España, al margen de intereses personales. ¿Más risas?