ZP, ese hombre

Para justificar la postura de su Partido ante diversos acontecimientos, Zapatero ha aludido en numerosas ocasiones al pasado modélico y democrático de su partido, colocándolo como ejemplo a seguir en la lucha por las libertades, la defensa de la democracia, la lucha contra todo tipo de dictaduras, y la defensa a ultranza de una paz universal. Ello le da una mayor legitimidad, en su opinión, para poder hablar de estos temas y, sobre la actitud ejemplar del PSOE en el pasado, poder construir el futuro. Nada más incierto.

El PSOE nunca ha luchado por las libertades. Ha luchado por “sus libertades”. En cuba se encarcela y se fusila por el delito de huir de la dictadura sin que el PSOE se haya mostrado beligerante con el dictador cubano.

Su defensa de la democracia se ha limitado a la democracia que le permitiría llegar al poder y tampoco ha destacado en su lucha por una democracia en países como Cuba ni ha querido apoyar el despliegue español en Irak, donde se desarrollaban labores humanitarias y de apoyo para la paz necesarias para llegar a unas votaciones libres y el establecimiento de la democracia. Si en Irak llega a haber una democracia habrá sido con la oposición del PSOE.

La modélica lucha contra todo tipo de dictaduras, mejor ni comentarla. Su mejores aliados son los dictadores cubano, venezolano y marroquí. Es evidente que se limitaron a luchar contra Franco y no contra otros dictadores porque éste les derrotó y los mantuvo durante décadas donde les correspondía, en la cárcel por asesinos o apartados del poder, pero otros dictadores lo que merecen es su apoyo y cooperación, que prestan sin sonrojo y entre abrazos.

En cuanto a la defensa a ultranza de la paz, todos hemos podido comprobarlo. Nunca jamás hubo una manifestación socialista para clamar contra alguna de las docenas de guerras que se mantienen desde hace décadas en el mundo. La única excepción ha sido la guerra de Irak, cuyo movimiento en contra la guerra ha estado motivado no por cuestiones éticas sino por razones de política doméstica. Era una eficaz arma para desgastar al Gobierno de derechas. En otro caso, la guerra de Irak hubiera carecido de interés político y hasta habrían apoyado el envío de soldados tal como hizo Felipe González en la primera Guerra del Golfo y ellos mismos en Afghanistán.

El pasado modélico y democrático del PSOE no es más que una gran mentira y el presente nos está proporcionando nuevas pruebas de esa falacia.

Contrariamente a lo que proclama Zapatero en sus insustanciales discursos para colegiales, no están legitimados ni para gobernar, aunque el terrorismo y la chusma le dieran el gobierno.